Segundo semestre 2022: Recomendaciones para una vuelta a clases efectiva

Después de las semanas de vacaciones de invierno, el Ministerio de Educación marcó en su calendario el retorno al segundo semestre el 25 de Julio. La duración de este periodo estival se debió principalmente a razones sanitarias, ante la preocupación por nuevos virus asociados a la temporada de invierno y la actual contingencia arrastrada por la pandemia de COVID 19.

A unas semanas del retorno a clases, la adaptación al ritmo académico puede traer complicaciones, sobre todo si tenemos en cuenta que desde el Mineduc se anunció que el retorno a clases será completamente presencial, volviendo a la jornada completa y dejando atrás la jornada flexible que caracterizó el periodo escolar en pandemia.

La psicóloga y encargada de Gestión de Personas de Clínica Costanera, Fernanda Román, nos entrega su visión sobre este proceso, además de recomendaciones para que esta vuelta a clases sea gradual y de forma saludable.

¿Qué le puede ocurrir a un estudiante que no se adapta bien al retorno escolar?

Todas las problemáticas incluso el COVID y el enfrentar nuevas situaciones de estrés se asocian a la incertidumbre que presentan los nuevos contextos. En general la expectativa aprensiva es la que nos va generando mayor ansiedad, es decir, proyectarse en un futuro que es incierto y que generalmente por distorsiones cognitivas tendemos a negativizar. A los estudiantes les puede generar ansiedad, que se puede manifestar o reflejar en frustración, en sintomatología depresiva, en mayor rebeldía, también agresividad y en ese desgano, de no querer hacer las cosas o no motivarse.

¿A qué se deberían estas reacciones por parte de los estudiantes?

En general nosotros por nuestra gandula pituitaria, que es un sector más primitivo del cerebro, estamos acostumbrados a reaccionar de tres maneras posibles. Huimos, nos quedamos estáticos o atacamos. Lo que va a generar mayor problemática es la incertidumbre de ingresar de nuevo a un contexto, después de que los estudiantes habían estado en un sistema hibrido. También yo creo que puede generar mayor dificultad haber pasado de un sistema online en casa con los padres, después a un sistema presencial flexible, vacaciones y luego ingresar a un contexto que es mucho más contenido, con más reglas, donde aumentan las jornadas.

¿Qué estrategia recomendarías para enfrentar de mejor forma los nuevos horarios?

Yo creo que lo que nos puede permitir ayudar a enfrentar esa incertidumbre es, de partida, generar una estrategia en el día y objetivos diarios. Por lo general nosotros tenemos una nebulosa de cosas que se vienen, de las cuales no somos conscientes y eso genera una sobrecarga. Por lo tanto, organizar las actividades en objetivos diarios, como ir a clases, tener tal materia y después estudiar una hora, por ejemplo, e incluir en esta lista los tiempos de ocio, como juntarse con los amigos o hacer alguna afición e irlo marcado. Esto genera psicológicamente el efecto de que estoy avanzado y de que tengo algún control sobre lo que esta ocurriendo y eso es super positivo.

Y en estas estrategias ¿cuál es el rol que deberían tener los padres en cuanto al apoyo y la contención?

Lo ideal es que los padres no se centren tanto en la obtención de objetivos tan específicos, como por ejemplo una nota. Hay un concepto que se llama la aceptación incondicional y los padres pueden mantener esa orientación con los hijos. Independiente de como sean los resultados los padres deben aceptar que los niños pasen por estos procesos complejos y aceptar que sus hijos hacen un esfuerzo, para eso también es fundamental establecer objetivos conjuntos, pero siempre desde la aceptación incondicional.

La profesional es enfática en que, para un correcto desarrollo de las actividades académicas, los padres deben saber negociar con sus hijos las actividades de ocio en conjunto con las actividades escolares. De esta forma se puede evitar la sintomatología depresiva y las situaciones de inseguridad y ansiedad.